La liofilización es un proceso de deshidratación o secado al vacío y a bajas temperaturas, en el que se extrae el agua de un producto sin alterar los enlaces moleculares, manteniendo así su sabor y textura. En alimentación, esto permite que se pueda conservar la materia prima durante más tiempo y sea más fácil transportarlo y almacenarlo.
Este método no altera la estructura fisicoquímica de los alimentos, pudiéndolos conservar sin cadena de frío. Además, su bajo porcentaje de humedad hace que los alimentos tengan una gran estabilidad microbiológica.
Algunas de las ventajas de la liofilización son:
- Mantiene el sabor, color, olor y la textura de los alimentos.
- Se mantienen las cualidades nutricionales: vitaminas, minerales, proteínas, etc.
- El alimento se puede rehidratar rápidamente
- El alimento se vuelve ligero y fácil de llevar, por lo que es perfecto para llevar de viaje.
- Proporciona una larga vida útil al alimento.
- Dependiendo del alimento, la liofilización puede hacer que tengan más tendencia a desmigajarse, lo cual facilita el consumo y digestión.